domingo, 30 de septiembre de 2012

Sus miedos... sus miedos y mi impotencia

Los miedos infantiles. Ese es el tema de hoy..... y de siempre.

Concretamente los miedos de mi hijo mayor que son muchos y variados.

Miedo a los médicos y las batas blancas.
Miedo a los bichos (tal es su miedo que incluso detesta los peluches de insectos del Ikea).
Miedo al agua y con ello me refiero a la piscina, al mar, a nadar y a bucear. A la ducha y sobre todo sobre todo a tener la cara metida bajo el agua o bajo la ducha.
Miedo a la oscuridad.

Ya no sé si olvido alguno o no. Ha habido miedos temporales y miedos permanentes. Miedos que ha conseguido superar y que vuelven.

Tuvo miedo a la bañera, a cortarse las uñas y durante los tres primeros años tuvo miedo a los ruidos fuertes. Aun es el día que sigue siendo muy sensible en ese aspecto. Miedo a los petardos y a los fuegos artificiales (que no vamos a ver nunca) y cuando comenzó el colegio, miedo al patio.

Los miedos son algo muy serio. Recuerdo perfectamente los míos: mi miedo a la oscuridad y a la soledad. Tenía entre siete y ocho años creo o quizás más.... un miedo que me duró años. Yo he sido muy miedosa y veo que mi hijo mayor, una vez más, es mi mini yo. Y no quiero, me resisto, no quiero que pase lo que yo viví, la angustia que sentí.

Le acompañamos, hablamos mucho con él, nos tomamos muy en serio sus miedos y las emociones que conllevan... máxime dada la sensibilidad e intensidad emocional que siento que tiene nuestro hijo.

Pero, siempre hay un pero, a veces me siento impotente por no poder hacer nada más, por no conseguir que avance y venza aquello que le asusta. Y esa impotencia desata mis nervios, mi llamémosle "desesperación", ya digo, impotencia, por no poder dar un paso más por él. Sé que su mente no es la mía, ni sus sensaciones las mías. Es fácil decirle que no debe tener miedo a algo que como adulto yo puedo gestionar perfectamente. No queda sino seguir acompañándole y hablándole, a su lado, convenciéndole, apacigüandole, calmándole, explicándole. Las veces que sea necesario. El tiempo que sea necesario. Como siempre, a su ritmo.

Tomad siempre en serio sus miedos, os parezcan lo que os parezcan. Acompañadles en el camino para superarlos.


Os dejo los siguientes enlaces sobre los miedos infantiles:

Los miedos infantiles

Historias para no dormir: los miedos

los miedos infantiles, algo natural

Cronología de los miedos infantiles




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