miércoles, 26 de junio de 2013

Criar solas

Por circunstancias de la vida y de salud estaré sin mi "media naranja" en casa un par de días: Desde ayer a la noche a mañana por la tarde (espero). A la hora o incluso menos....me vinieron / vinisteis a la cabeza todas las mujeres que por un motivo u otro criáis solas a vuestros hijos.

Las que os volcáis con cada fibra de vuestro ser, con energía, con fuerza, con fortaleza de mujer guerrera. Las que os desvivís cada día, cada semana, cada mes, cada año cubriendo todas y cada una de sus necesidades y peticiones. Las que acompañáis, consoláis, jugáis, educáis. Las que sois sustento.

Las que sois PILARES base de vuestras familias. El centro, el cayado, constituyendo un matriarcado.

Me quito el sombrero ante vosotras y os aplaudo.

domingo, 23 de junio de 2013

Noche de San Juan

En el Baúl de Mon he escrito esto:

Luna de San Juan

Aquí os dejo las siguientes palabras:

Que esta noche sea mágica,
que la luna os acaricie y os envuelva con su luz,
que el fuego os trasmita energía y calor para recibir con fuerza y alegría todo lo nuevo,
que se queme y quede en ceniza todo lo negro y negativo, todo lo malo que tanto nos ha pesado,
que esta noche sea luz y calor y alegría
que sea noche de deseos y conjuros,
de brujas y brujos,
de magas y magos.

jueves, 20 de junio de 2013

Cerrando una etapa, abriendo otra

Me gustaría subtitular esta entrada de otra manera:

"El niño modelo"

Acabamos un ciclo en el colegio, el ciclo de infantil.


Durante estos tres años he visto como crecía en todos los sentidos mi hijo. El primer día de colegio llegué con un niño que empezaba a dejar de ser bebé y hoy siento que nos despedimos de las aulas de infantil con un niño que empieza a dejar de serlo para convertirse en un chaval.


Este último curso el cambio, el desarrollo ha sido aún más intenso en todos los aspectos. No solo era un curso "especial", con el punto de mira puesto casi en el paso a primaria. Ellos eran también los mayores del ciclo, los mayores del patio, los mayores. Y se ha notado. Al menos yo lo he notado. Este curso ha sido algo más complejo que los anteriores.


Las mamás veteranas me hablan de una crisis por la edad: "son los seis años". Y asiento pensando debe ser... ese querer crecer y ser mayor con todas sus ventajas y ese querer seguir como estoy, siendo pequeño, cerca de mamá, en terreno conocido y seguro, sin prisas, sin pegas, sin responsabilidades ni autonomías mayores.


En nuestro caso puedo hablar de: nerviosismo, inquietud, mal genio.... mucha mucha mucha intensidad en su forma de ser y actuar. A veces he pensado: "este no es mi hijo", "él no es así, está así". ¿No lo es? está cambiando continuamente, crece, desarrolla su propia personalidad. ¿Ya no es un niño modelo? ¿Qué es un niño modelo? ¿Modelo para quien, en base a qué? ¿Por qué ha dejado de serlo, porque discute, porque protesta, porque muestra su desacuerdo, sus preferencias? ¿hasta donde pedirle esa obediencia pedida que le exijo, para sus mayores, para sus padres, para sus profesores?

Fin de un ciclo, el de infantil

Cerramos una etapa, un ciclo: 
Mañana terminamos el ciclo escolar de infantil.


Nos hacemos un poquito más mayores.
Damos un paso adelante hacia primaria.

Gracias a sus profesoras, a todo el equipo que le ha acompañado y formado durante estos tres años de una y otra manera, desde el principio o durante un tiempo.

Felices y merecidas vacaciones a tod@s.

miércoles, 19 de junio de 2013

III EXHIBICIÓN DE UNIDADES CANINAS POLICIALES "CIUDAD DE BURGOS" A FAVOR DE AEPMI Y ASPANIAS

Os dejo la siguiente actividad para este fin de semana con una petición como veréis:



Hola a todos,

Como en otras ocasiones solicito vuestra colaboración para recaudar fondos para poder mantener abiertos los proyectos de investigación que actualmente hay abiertos acerca de las enfermedades mitocondriales, enfermedad que padece mi hijo Rubén.

Se trata de una enfermedad rara, y considerada como degenerativa y altamente discapacitante. Actualmente no existe cura para la mismas y todas nuestras esperanzas estan depositadas en la investigación, y como sabeis el gobierno a recortado enormente los fondos destinados a ello.

Por todo esto, somos las familias de los afectados las que tenemos que luchar para que se siga investigando en las enfermedades de nuestros hijos y familiares.

En esta ocasión y junto con ASPANIAS, y por supuesto con la colaboración y ayuda de la Unidad Canina de la Policia Local de Burgos, hemos puesto en marcha la 

III Exhibición de Unidades Caninas Policiales "Ciudad de Burgos"  , 

que tendrá lugar el próximo domingo 23 de junio, en el Estadio Municipal de Burgos "El Plantío" y en la que participaran Unidades Caninas de varias partes de España.

Los fondos recaudados seran destinados a partes iguales a nuestra asociación , AEPMI , y a ASPANIAS.

Mil gracias por vuestra colaboracion y porfa reenviar este correo a todos vuestros contactos

jueves, 13 de junio de 2013

Amamantar, Aprender, Amar - Por Anuska

Hoy os traigo otra experiencia escrita sobre lactancia materna. La ha escrito mi amiga Anuska.



AMAMANTAR, APRENDER, AMAR



No recuerdo en qué momento pasé de alimentar a mi hija, a AMAMANTAR, así, con mayúsculas, con todo lo que ello conlleva. Porque cuando tuve a mi hija en brazos, lo que menos pensaba es que amamantaría durante más de 4 años.

Como la mayoría de las mamás del mundo “moderno”, pocos bebés había visto amamantar.

Me crié viendo biberones por todas partes, oyendo los “tiene que comer cuando, cuánto y como mamá decida”, “los bebés sólo comen y duermen”,  “ hay que dejarles llorar para que no te toreen”. Y las pocas cosas que oía de la lactancia materna eran del tipo “tienen que mamar 10 o 15 minutos de cada teta y cada 3 horas, de lo contrario es que usan tus pechos de chupete”, oía sobre las leches aguadas, las leches que nunca llegan o no alimentan suficiente, la falta de respeto que supone el amamantar en público, etc.

Así que los primeros meses de lactancia fueron casi un infierno tanto para mí como para mi hija. Unos meses que se nos hicieron eternos, pues casi llegaron hasta su primer año de vida. Luchaba entre lo que mi alma me pedía y lo que todos me decían.

Pero mi hija, mi pobre niña, luchadora donde las haya, sabía lo que pedía mi corazón y su llanto se alió conmigo.

Y es que una fuerza indescriptible que salía de lo más hondo de mí, me empujaba a seguir, aún cuando la mayoría de los que me rodeaban sólo veían como solución un biberón. Pero no, yo me negaba, y mi hija me apoyaba con su llanto, pidiéndome a gritos que la escuchase a ella.

Y como la vida siempre teje los hilos correctos, y hagamos lo que hagamos llegaremos siempre al lugar donde realmente queremos estar, aunque no seamos conscientes de ello, de esa misma forma yo comencé a caminar por una senda diferente.

Como he dicho, no sé en qué momento fue, porque la verdad es que no sucedió de la noche a la mañana. Pero la vida puso en mi camino a las personas adecuadas; poco a poco, comencé a escuchar a mi hija, a atender sus demandas, a ser consciente de lo que quería y lo que no, a no callarme sobre mis decisiones, a tapar mis oídos hacia los consejos no pedidos …

Y la lactancia fue el canal perfecto para emprender un nuevo viaje. La lactancia nos ha dado la oportunidad de estar piel con piel muchas veces al día, de estar en un contacto muy estrecho. Descubrí que amamantando, no sólo fluía mi leche, también fluía un amor sin límites. Creamos un lenguaje secreto entre ambas.

Descubrí que amamantar no sólo es alimento para el bebé, es algo más, mucho más. Porque con ese sencillo acto que es que el bebé rodee el pezón con sus labios, obtiene todo aquello que pueda necesitar: alimento, calor, seguridad, confort, olor y proximidad de la madre, cobijo, tranquilidad, … AMOR.

¿Y yo? También yo he sido afortunada con todo lo que me ha aportado. Esos momentos durante la noche, en cama, con mi hija prendida de mi pecho, donde parecía que todo a nuestro alrededor se había detenido. Me ha enseñado a saber disfrutar de las cosas sencillas, de los momentos cotidianos pero no menos importantes. A disfrutar de las cosas pasito a pasito, sin prisas, aprovechando cada segundo. Me ha hecho subir mi autoestima, sentirme más mujer si cabe, el saber que yo podía ofrecer a mi niña casi todo lo que necesitaba. Me ha hecho empoderarme.

A veces me arrepiento de no haberme dado cuenta antes de todo lo que me estaba perdiendo. A veces me arrepiento de que mi hija haya tenido que esforzarse tanto. Pero como todo siempre tiene un porqué, ahora sé que aquel no era el momento. Y nuestro momento llegó cuando tenía que hacerlo, porque entonces comencé a valorar más si cabe todo lo que me estaba perdiendo.

Y hoy puedo decir, sin miedo a equivocarme y desde lo más profundo de mi consciencia, que la lactancia para mí lo ha sido TODO. Ha sido la pieza clave para que el motor de mi maternidad se pusiese en marcha.

lunes, 10 de junio de 2013

Intensidad, que no alta demanda

Siempre que defino a mi hijo mayor, el primer adjetivo que viene a mi mente es INTENSO.

Este fin de semana observando a mi hijo pequeño he pensado que él también lo es. Es intenso, enérgico, vivo. La palabra que me viene a la mente es: VIDA, vida en estado puro. ENERGÍA en estado puro.

¿Se puede ser tan intenso sin ser un bebé / niño de ata demanda? Sí, si se puede. Lo estoy comprobando a diario. Sí creí que criar a un bebé de alta demanda era agotador y que nada podría dejarme más..... ¿agotada? (sé que repito adjetivo), estaba equivocada. Y Piratilla 2 me lo ha demostrado.

Es otra manera de ser intenso. No tiene nada que ver con la alta demanda. El pequeño no cumple con las características que tan bien se adaptaban a la manera de ser de Piratilla1 desde bebé. Es muy distinto de su hermano de hecho.

Tiene una energía vital desbordante. Está deseando estar en la calle, correr, subir, bajar, saltar, rodar, chutar pelotas y balones. Y si no sale lo hace en casa. No importa. La cuestión es tocar, mirar, observar, enredar... e insisto y repito.... correr, saltar, subir, bajar, rodar, escalar.....

"El código de la felicidad" - Programa El Hormiguero


El vídeo lo dice ABSOLUTAMENTE TODO:

lunes, 3 de junio de 2013

"Gotas de Amor" - Por Kim (experiencia personal en LM)

Mi amiga Kim me manda rauda y veloz el primer testimonio que voy a publicar sobre LM.

Ella ha vivido todo un proceso, todo un camino. Siempre me acordaré que fue ella quien acuñó de algún modo la expresión "llegar a la cima de la montaña" y le dio un giro especial.

Gracias Kim.

Gotas de amor


Es una noche cualquiera. Tumbada en la cama con mi hija acurrucada contra mi pecho disfruto por un instante de este momento de paz interior. Está profundamente dormida, hace rato que ha dejado de mamar, pero descansa con la cabeza apoyada en su teti, como suele llamarla, con una manita sujeta a mi escote.

Este instante, tan cotidiano y al mismo tiempo tan especial, forma parte de nuestras vidas desde hace mucho tiempo; sin embargo, si echo la vista atrás recuerdo que hubo un tiempo en el que me habría parecido imposible llegar hasta aquí.

Nuestros comienzos fueron muy duros, empezamos con lactancia diferida, luego mixta, sin parar de peregrinar por consultas de especialistas y grupos de apoyo de vario tipo en búsqueda de una ayuda, una solución.

Hay lactancias que son un camino de rosas, y otras que requieren subir a la cima de una montaña. Hubo una época en que me pregunté qué había hecho para ser castigada con la segunda, pero eso fue hace mucho tiempo: he llegado a la cima de la montaña, pero sobre todo he llegado a quererla, porque es mi montaña, me estuvo esperando durante todo este tiempo aunque no lo supiera, y quizás, si no hubiera tenido que subir, hoy en día no disfrutaría tanto del paisaje.

Ya no hay reivindicación, ni rabia, ya no discuto con nadie que ponga en tela de juicio mi decisión de amamantar ni me torturo por lo que fue o lo que habría podido ser. Ahora sé que mi cuerpo está capacitado para alimentar a mi hija, que mis tetas son perfectas, a pesar de las estrías, porque de ellas brotan gotas de amor.

Cada toma es un momento íntimo, mágico, especial: intercambiamos miradas que expresan lo que las palabras no alcanzan a decir, mientras disfrutamos de la cima de nuestra montaña, del camino que hemos recorrido y del que nos queda por recorrer.
Nada dura para siempre, y algún día ella decidirá ponerle fin; entonces bajaremos de la montaña y al echar la vista atrás intentaré retener las lágrimas mientras la grabo a fuego en mi corazón.


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Si queréis profundizar en la historia de Kim y su relato, sí os apetece saber cómo llegó a la cima de la montaña, el camino que ha seguido, os dejo los siguientes enlaces de su blog: