sábado, 28 de enero de 2012

El "pequeñajas"

Últimamente en este blog parece que escribo unicamente sobre Piratilla1... pero como sabeis tengo otro piratilla en casa.

Hoy quiero contaros cosillas del "pequeñajas", de Piratiila2, alias "el guindilla".

Dentro de nada, justo en una semana, cumplirá 10 meses y es un torbellino de risas y gritos, en movimiento.

Cuando llegó, le apodamos "el hombre tranquilo": parecía un pequeño Buda en paz (era todo taaaaan diferente a los primeros meses de vida de su hermano).

¡Cuán equivocada estaba al ponerle ese sobrenombre! y no tardé mucho en comprobarlo. Enseguida comenzó a voltearse y mantenerse sentado y a día de hoy su posición favorita es estar de pie agarrado a todo lo que pilla, andar con los apoyos que va encontrando, usar cualquier cosa como correpasillos, gatear cual Speedy González en plena acción y tocar, enredar, estirar, agarrar, sacar, abrir absolutamente todo lo que pilla a su paso. Ah, y metérselo a la boca para ver qué es lo que tiene entre manos. ¿De dónde saca tanta energía?

Ah, por supuesto... el dormir es otra cosa... el dormir es una pérdida de tiempo.

Y no os he hablado de su mayor pasión: su hermano. Ser su "pegatina", llamarle, reclamarle, tocar sus juguetes, jugar con él (sí, sí, he dicho bien, a pesar de sus diez meses, jugar con él). Disfruto viéndoles jugar al "pilla pilla" en modo gateo, que se traen entre manos, por la casa. ¡Cómo le llama para que le persiga!, ¡cómo se escapa a toda pastilla muerto de la risa! y ¡cómo vuelve a reclamar que el juego siga si su hermano se para!. Y con qué ganas juega Piratilla1, eso también me emociona, qué quereis que os diga....es en esos momentos en los que me digo: "Mon, no te has equivocado".

Piratilla2 no es Piratilla1 y una vez más yo no estaba preparada para semejante torbellino de vitalidad.

Piratilla2 llegó y puso la casa y nuestra vida patas arriba de nuevo.

viernes, 27 de enero de 2012

Apoyo al Dr. José María Paricio

Escribo a toda pastilla con un ojo puesto en piratilla2, así que probablemente este discurso quedará sin repasar y en "modo casero", escrito sin pulir. Pero quería formalizar mi apoyo a esta causa, sé que otras blogueras verbalizarán con mucha más calidad que yo mis pensamientos:

Esta mañana además de con la nieve, desayuno con un noticia difundida a través de la blogosfera maternal y de los grupos de lactancia, que me tiene de "mal café·.

Leo que cesan al Dr. Jose María Paricio, jefe de pediatría del hospital Marina Alta de Denia.

No voy a tocar las justificaciones laborales o económicas, justas o injustas que pueda haber detrás de este cese. No soy la Consellería valenciana, no soy gerente del hospital de Denia.... aunque no niego que como mínimo me sorprende que no quieran "mantener en sus filas" a un profesional de su calidad, renombre y currículum (ya quisiera yo contar con él en mi ciudad y por lo que leo en otras reacciones de blogueras no soy la única).

Insisto: Sí que puedo valorar la pérdida que supone un profesional tan valioso como el Dr. Paricio dado su buen hacer, su conocimiento y su defensa de la lactancia materna. Es el promotor y alma mater de la web e-lactancia.org. Considero esta web como la "joya de la corona" para poder consultar la compatibilidad de los medicamentos con la lactancia materna. Esta web con su base de datos demuestra que la mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia materna y que existen alternativas para los que no lo son. Gracias a esta web muchas lactancias no tienen por qué irse al traste innecesariamente.

Anoto un inciso: si insisto tanto en su labor con la web de e-lactancia.org es porque fue esa web y el consultarla la que me hizo conocer al profesional y seguir después sus entrevistas e intervenciones a través de la red y del Comité de lactancia materna de la aeped de la que es miembro.

Es una lastima que el hospital de Denia pierda un profesional del valor del Dr. Paricio. Es una lástima que las familias que viven en Denia pierdan a un profesional como el Dr. Paricio.

Con respecto a la web de e-lactancia.org, no quiero pensar que pueda desaparecer o desactualizarse. Sería una gran pérdida para todas las mamás que lactamos, para los profesionales de la salud bien informados y una falta de respeto para todo el trabajo que ha realizado en la misma el Dr. Paricio.

Posdata: cada vez que me alegro porque se da un paso hacia delante en la promoción de la LM, resulta que pasa algo que hace que demos dos hacia atrás. ¿Hasta qué punto en la Administración ese apoyo es real?

Firmas en la web actuable:

Otras reacciones:
 
 
 
 

miércoles, 25 de enero de 2012

Lección de un valiente

Decidme la de veces que habreis/habremos dicho cuánto nos enseñan nuestros hijos y cómo nos sorprenden.

Pues hoy me toca, una vez más, escribirlo a mí. Y me viene "que ni al pelo" con la entrada anterior, en la que hablamos del miedo.

Piratilla1 ha tenido y tiene que ir al dentista. Ayer fue su tercera visita a la consulta y además la más intensa. El primer día que estuvo, en la revisión, se portó fenomenal, pero cuando nos dijeron todo lo que tenía por delante se me cayó el mundo a los pies. Piratilla1 siempre ha llevado fatal el tema de las batas blancas, sobre todo hasta los tres años. Les tenía pánico, un miedo atroz. Poco a poco, con la edad y depositando su confianza en las personas lo ha ido venciendo. (Curiosamente, y aquí estoy abriendo un inciso, le encanta todo lo que se refiera a virus y bacterias y la serie de dibujos "erase una vez la vida". De hecho dice que de mayor quiere ser médico. Ciero inciso).

Con estos antecedentes yo ya temblaba pensado cómo nos iría. No podíamos dejar pasar el tema, había que afrontar la situación, así que "adelante como los de Alicante". Pero yo tembando, nerviosa perdida, preocupada, sin poder dormir tranquila y disimulando mis terrores lo mejor posible.

Pues "he aquí" que mi piratilla es todo un VALIENTE. Y estoy tremendamente orgullosa, por supuesto. "He aquí"que todos mis miedos y mis angustias han sido en balde y una pérdida de tiempo. Porque no se ha quejado, al menos de momento. Porque en la consulta han sabido cómo haccer para que el niño estuviera tranquilo y se dejara, porque les he oido charlar de virus y bacterias, porque le han animado.

Ayer fue todo un campeón y con su seriedad y su buen hacer me ha dado una lección: Confiar en él y ser tan valiente como él. Y no adelantar jamás un acontecimiento.

viernes, 20 de enero de 2012

El miedo

Últimamente le estoy dando muchas vueltas a esta emoción, a este sentimiento. El miedo. Y es que lo he tenido tan presente en mi vida. Sí, he sido una persona miedosa y fui una niña miedosa. No he conseguido desembarazarme de él, al revés, lo vuelco en mi maternidad disfrazado muchas veces de simple preocupación.

No quisiera que mis hijos "heredaran" o absorbieran esta característica. Al revés, ojalá sea capaz de enseñarles todas las herramientas necesarias para evitarlo. Lo malo es que tal y como soy o dicho de otro modo, víctima de mi propio miedo, no sé muy bien cómo hacerlo o cómo hacerlo correctamente.

Prosigo, que tenía esta entrada ya en borrador hace un tiempo:


El miedo... ese sentimiento universal que todos hemos sentido...

¿Qué es el miedo?

Ese instinto, esa alarma, esa angustia, ese palpitar agitado, ese nudo en el estómago... Tantas maneras de sentirlo y de expresarlo... cuando nos atrevemos...

La RAE lo define de la siguiente manera:

1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.
2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.


El miedo...

Siempre he sido una persona miedosa. Conforme he ido viviendo mis miedos han cambiado, algunos han aumentado, otros han desaparecido. Algunos son fobias (como mi miedo a volar o a conducir), otros irracionales (no puedo ver tiburones, ni en fotos, ni en documentales, ni en el acuario), otros existenciales (como mi miedo a la muerte).

Pero si tengo que destacar un solo miedo, el más profundo que siento, el que peor me deja, el que más me perturba es el miedo a que mis hijos no gocen de salud. El miedo a que les pase algo: una enfermedad, un accidente, etc. Y destapa otros miedos: a que las cosas cambien, al sufrimiento, al dolor. Es un miedo fatalista.

Con diferencia es el que más veces siento, al mínimo "achus" de mis hijos y probablemente el más innecesario. Innecesario porque mis hijos están vivos y la vida es así, se escribe a diario, se vive a diario

Mi miedo es malo, muy malo. Es paralizante, es ciego, es acosador, es agobiante y me limita. Me limita enormemente. Quisiera poder mirar a mi miedo de frente, como cuando observas una imagen en un espejo. Y enfrentarme. Con decisión.

Hay un dicho, cita, proverbio, creo que oriental, que reza así: "Si tienes un problema y tiene solución,  ¿de qué preocuparte? y si tienes un problema y no tiene solución ¿para qué preocuparte?"

Me gustaría traspolarlo al miedo. Mon, si tienes miedo a algo que tiene solución ¿de qué tenerlo? y si tienes miedo a algo que no tiene solución, ¿para qué tenerlo? Sentir miedo y no hacer nada más no es sano ni productivo, no permite hacer nada ni enseña nada. Tener miedo y el valor para enfrentarlo es lo más positivo que podemos hacer.

jueves, 19 de enero de 2012

Los blogs de los que me alimento

Si hace unos años (mmmm, pongamos tan solo unos meses más a los años que tiene Piratilla1) me llegan a predecir que hoy día estaría tan sumergida en "La Red"  literalmente hubiera puesto, primero cara de poker (e incredulidad total) y acto seguido me hubiera tronchado de la risa.

Pero mi vida puede resumirse en una frase (entre varias otras): "No querías taza, pues taza y media". Me pasa continuamente y desde luego no falla en esas ocasiones en las que afirmo o niego con toda rotundidad. Supongo que la vida me quiere enseñar que evolucionar, cambiar, es bueno... además de enseñarme un poquito de humildad en mi forma de expresar mis criterios. Y es que es verdad que "no digas nunca, nunca jamás".

(Inciso: otras dos de mis frases favoritas: "ver venir" y "todo pasa y todo llega").

Prosigo que como siga así os escribo el refrranero popular entero.

Yo, tecnofóbica declarada, poco amante de ordenadores, patosa navegante, ¡me he vuelto "bloguera"!. Y no solo eso, confieso que también soy "forera". ¡Quién me ha visto y quién me ve!, ¡quién me lo iba a decir!. Pues sí, "esa internauta" medio anónima (medio medio que al final vas dejando pedacitos de tí por todas partes) lo soy.

Como la mayoría (por no decir todas) de las cosas que me interesan ahora, llegué a esta parte desconocida y sin explotar de "mi yo" por Piratilla1: Sueño, crianza, niños... mi universo. (Aunque para ser justa debería mencionar también a mi marido y su pasión por internet, tooooodo se pega en esta vida, menos "la guapura").

Me estoy yendo de nuevo por los cerros de Úbeda y no es mi intención que esta entrada pretendía ser seria.

Gusto de buscar y "googlear" en la red buscando información, ampliando "conocimientos" o por simple curiosidad. Ésta ha sido la manera en la que he llegado (o han llegado a mi vida) los blogs de los que me alimento. Casi todos hacen referencia a la maternidad, a la lactancia materna, a la crianza, a la educación y alguno de vez en cuando a la cocina (transportándome a disintos lugares, olores, sabores e incluso colores). Siempre hay tiempo también para seguir a los amigos en sus propios viajes blogueros, sean de lo que sean, cuenten lo que cuenten.

Como os escribía he descubierto muchas madres blogueras. Con blogs magníficos, maestros. Unas son serias y profundas y me acompañan en el viaje que inicié de la manita de mi hijo mayor. Otras hacen que me ría a mandíbula batiente, descargando mis nervios y consiguiendo que vea el lado más divertido y relativo, ese que por estres quizás me estaba obcecando en no ver. Otros son ligeros, versátiles y me vuelven a acercar a la idea de que además de madre soy más, mucho más y por unos momentos vuelvo a ser yo y casi casi me vuelve a interesar hasta las tendencias de moda (esas que nunca he sigo capaz de seguir).
 
 
Todas estas mujeres han tejido una red para mí y todas me ofrecen algo a través de sus escritos. De todas estraigo conclusiones y reflexiones y con todas me siento acompañada. Esa Tribu que tanto necesitamos aunque no queramos verlo, aunque estén intentando que no la formemos, la tengo yo aquí. Mujeres que viven lejos, unas de otras y que se acercan y se abrazan y se consuelan y se tratan a diario o casi a diario. Mujeres que abren sus brazos y sus pensamientos a otras mujeres. Un verdadero círculo que nos llena de poder.

Y como conclusión os diré que lo que más me fascina y alegra es que conforme más navego más blogs conozco. De manera exponencial. Unos me llevan a otros y pienso: - Mon. la maternidad es infinita, es universal y nos une, nos abre corazones y almas y nos convierte a todos en seguidores de una gran comunidad virtual.

domingo, 15 de enero de 2012

Un cementerio que es un “himno a la vida” - Desde el blog de Sarai Llamas

En el blog de Sarai Llamas leo la siguiente entrada:


Y no puedo evitar emocionarme. Porque te sientes madre desde que compruebas que hay una vida dentro de tí. Porque la amas desde ese primerísimo momento, antes incluso, cuando la deseas, así que más aún cuando te la anuncian. Porque si de pronto, en esa dulce espera, te anuncian un final... todo se derrumba dentro de tí y te duele el alma.

Y no puedo evitar pensar que ojalá aquí se realizaran iniciativas similares.Ojalá se hagan. Ojalá.

Y no puedo evitar pensar que es justo tener un lugar así. Esos "ángeles" se lo merecen y sus padres también.

Y no puedo evitar pensar cuántos corazones lo agradecerían.Cuantas ausencias se llorarían con lágrimas llenas de una amor que perdurará siempre a pesar de la pérdida.

Y no puedo dejar de enlazaros con esa entrada.

viernes, 13 de enero de 2012

Querido Piratilla1

Querido Piratilla1:

Te escribo a tí, que ya te vas haciendo mayor poco a poco, que ya has dejado de ser ese bebé que mis brazos abarcaban perfectamente, haciendome sentir protectora, fuerte, inmensa, grande. Con tu hermano aún puedo disfrutar de esa sensación, pero tú, tú evolucionas, maduras, cambias prácticamente a diario. Me lo dicen tus palabras, tus gestos, tus silencios... hasta la ropa y los zapatos que tenemos que guardar porque estás hecho un gigantón hermoso... Disfruto tanto de tu espontaneidad, de esas conversaciones que mantenemos.

Te escribo a tí porque sigues siendo mi bebé, al que quisiera proteger con todo mi cuerpo, mi alma y mi corazón. Quisiera tener poderes de superheroína y conseguir que no te rozara ningún tipo de dolor, de sufrimiento.

Vas creciendo, vas entendiendo, vas enfrentándote con la vida y comienzas a toparte con tantas cosas que me gustaría evitarte...pero no puedo. Y escucho: "así es la vida", "tiene que empezar a aprender", "se le pasará"... y mi mente se rebela y no lo comparte. Si pudiera guardarte entre algodones lo haría... por lo menos un tiempo más. Precisamente porque así es la vida, así de imperfecta, no tengo prisa porque lo aprendas. Quisiera guardar esa inocencia, esa seguridad que veo que sientes a nuestro lado, esa confianza, quisiera que disfrutaras de esa ingenuidad de perfección, esa que en realidad no existe, un poco más.

A veces me siento impotente, me nace la rabia desde bien adentro, desde el estómago, por no poder hacer más y ser testigo de tu llanto. Te seco las lágrimas, te abrazo, te digo que estoy contigo, a tu lado, te toco, te acaricio y me enfado por no poder hacer más, por no poder ahorrarte angustias, miedos y dolores.

No me vale solo con acompañarte y sin embargo hay situaciones donde no me queda otra... donde quizás me equivoco queriéndote proteger cuando lo que tengo que hacer es enseñante a luchar, a resistir, a ser valiente, a ser consciente, a buscar esa templanza que te hará poder echarle un pulso a la vida sin miedo, sin temor, con la cabeza bien alta, bien seguro de tus fuerzas y de tu éxito.

Intento hacerlo lo mejor que puedo Piratilla, de verdad. Ojalá sea capaz de enseñarte a bailar bajo la lluvia.

miércoles, 11 de enero de 2012

Y sigo a vueltas con la maternidad...

Imaginaros cuatro mujeres, tomando un café, departiendo. Las cuatro son madres. Las cuatro con personalidades y circunstancias diferentes. Todas madres pero cuatro percepciones diferentes. Basadas en su día a día, en su caracter, en el de su/sus hijo/hijos, en sus recuerdos, en sus preocupaciones, en sus necesidades, en sus principios.

Todas distintas, todas madres pero todas diferentes. Hay puntos que las acercan y puntos que las separan. Todas cuentan, se sinceran, se escuchan. Comparten. Y de repente se hace el silencio y todas miran más allá, perdidas en sus pensamientos. Callan. ¿Qué pensarán en ese momento? Creo que cada una revisa su universo, se reafirma, quizás medita sobre lo hablado, puede que se pregunte qué hubiera hecho en otro momento, en otra situación, en otras circunstancias.

¿Pueden ser amigas? ¿es más lo que les une que lo que las separa? ¿es la maternidad la que marca sus encuentros o la feminidad?

La crianza no es una ciencia, aun menos una ciencia exacta. ¿Crianza y maternidad son lo mismo?

La maternidad es compleja, es viva, cambiante. Evoluciona. La maternidad es abstracta. Tiene que ver con experiencias, raices, herencia, costumbres, vivencias, consejos y reacciones externas, presiones... y todo un proceso interior que vives.

No siempre es la misma. Tú no eres la misma ni con respecto a las demás ni con respecto a tí misma si repites experiencia, ni tus "cachorros" son iguales. así que de algún modo siempre eres primeriza porque todo se vuelve único. Y no todo se vive en la misma dirección y sentido por muy segura que creas sentirte.

Quieres ser guía de tus hijos y son tus hijos los que te guían, los que te muestran su camino, con su ritmo, su caracter, sus necesidades y tú les acompañas... un paso detrás de ellos casi, porque cuando ya conoces, ya sabes, ya te encuentas, ellos ya han dado un paso más en su crecimiento.

A veces pienso que si viviera cien vidas sería cien madres diferentes.

Y me pregunto: ¿como madres nos permitimos fallar, errar? cómo reaccionamos ante esos sentimientos? cuándo llegamos a la conclusión de que nos equivocamos? cómo lo enfocamos?

¿Por qué la maternidad nos aleja a unas de otras? de manera tan irreconciliable...

La maternidad es probar, es duda, es miedo, es aciertos y desaciertos. Es ensayo y error.

La maternidad es por encima de todo entrega y amor. Incondicional. A diario. Por siempre.

La maternidad como caja de pandora

La entrada de hoy me resulta un poco difícil de explicar. Tengo clara la idea pero no sé qué tal quedará al escribirla.

La maternidad es preciosa, sí, pero creo que también compleja. Tiene muchas caras o facetas o bordes o esquinas... como querais describirla. Poned vosotros los adejtivos que deseeis.

En esta ocasión, para mí, la maternidad es como la caja de Pandora. A Pandora le mandaron custodiar la caja que guardaba todos los males del mundo. La abrió y los males salieron y se esparcieron.

Hoy para mí, ser madre es algo similar, es la caja que abre mis miedos. ¿Cómo? a través de los miedos de mi hijo mayor. Porque conforme crece, más cuenta me doy de que somos como dos gotas de agua. Se parece a la niña que fui y se parece a quien soy en la actualidad.

Me explico con un ejemplo. Exactamente con la situación que me ha llevado hasta esta reflexión:

Piratilla 1 va a ir al dentista. Me preocupa por lo aprensivo que es. Sé que va a sufrir. De hecho ya ha llorado y demostrado todo su temor y su disgusto al saber que ya tenemos cita.

Y yo sufro con él. Sufro porque sé exactamente lo que siente. Lo sé y hace que sienta que no soy capaz de ayudarle cuando ni yo misma me creo (cuando me encuentro en esta misma situación en mis carnes) los argumentos que utilizo para calmarle. Sufro por un lado "con él", y por otro, "por él", por empatía, por mis propias aprensiones.

martes, 10 de enero de 2012

Vídeo por la escuela pública

Ayer leí la siguiente entrada en "Bebés y mas" . Y me gustó. Os invito a leerla y a ver el vídeo:


Por una enseñanza de calidad, por todos esos profesores vocacionales que vuelcan su alma en la enseñanza. Porque mis hijos se lo merecen, por su presente y su futuro. Por mis recuerdos: Por Carmen, la de historia; Por Sebas, el de física; por Andrés, el de mates; por Pilar, la de literatura, por Iñaki, el de filosofía y por la de filo de tercero.... por Satur, mi primera maestra. Y por tantos otros....:


"Me enseñaron a leer cartas de amor."

"Me enseñaron a ver los colores del mundo."

"Gracias a mi maestra por enseñarme a ser maestra".

lunes, 9 de enero de 2012

Explorando la maternidad

Muchas veces me encuentro pensando sin casi quererlo, que por fin encontré mi sitio (como dice la canción). Después de recalar aquí y allá, de ser "chica para todo" en el trabajo, en distintos sectores y distintas ciudades... con la maternidad y en casa encontré mi sitio.

Alrederor, ésta ha sido una decisión poco entendida y se abren las preguntas de siempre. "Tú que has estuiado carrera, tú que tienes inquietudes, no puedes quedarte así, tienes que realizarte".

Sí, la maternidad es mi sitio (aunque a veces quiera echar a correr y no parar, en esos momentos críticos en los que no das para más). Pero no solo eso, cada vez me doy más cuenta de que es "el comienzo". Mi comienzo. Que es en este entorno en el que me quiero desarrollar intelectualmente y profesionalmente. La maternidad es la puerta. La puerta a un mundo por explorar. Estudiar de nuevo, entender, aprender.... de antropología, de pedagogía, de psicología.... y de enfermería y de educación y de medicina... Tanto por saber, tanto por meditar y procesar, tanto por practicar. Y todo en el marco de la crianza.

Comencé a "bucear" por estos lares a raiz del sueño de piratilla1. Porque su sueño no era "de libro", porque dormía poco para lo que me decían que debía dormir, porque se despertaba. Buscando respuestas, encontré más niños iguales y más madres en mi situación. Sueño y lactancia materna fueron la llave para entrar en este universo, del que ahora, totalmente "enganchada" necesito saber más y más.

domingo, 8 de enero de 2012

Misión Año Nuevo: Relativizar

Supongo que hoy es un buen momento para hablar, o más bien para escribir, sobre "mipropósitodeañonuevo". Sí, ese o esos propósitos que nos hacemos todos entre el 31 de diciembre del año que termina y el 1 de enero del que comienza  (y  de los que aún hablamos una semana más tarde, como es mi caso).

Generalmente tengo una lista con unos cuantos propósitos que vienen a ser los mismos cada año, porque algunos los consigo, otros no tanto y todos merece la pena recordarlos y mantener la lista.

Este año sin embargo he decidido centrarme en un único propósito

¿Por qué?

El año que se fue ha sido un año difícil. Difícil, cansado y estresante. Me he sentido "subjetivamente" (todo lo que nace de nuestro corazón es subjetivo y nuestro, vívidamente nuestro) sola en más de un momento y de dos, desbordada por situaciones y emociones. He exigido y me han exigido. Han saltado chispas y mi malhumor perdió totalmente las formas. Estuve viviendo enfadada no solo con el mundo sino con el universo.

A la par, ¡y menos mal!, he pensado, reflexionado, meditado mucho.

Este nuevo año, más que nunca quiero una página en blanco sobre la que escribir de nuevo. Quiero hacer "borrón y cuenta nueva".

Este año... me he propuesto mejorar en un aspecto que me cuesta bastante: relativizar.

Según la R.A.E. relativizar significa: "Introducir en la consideración de un asunto aspectos que atenúan su importancia."

¡Y AHÍ ES DONDE QUIERO LLEGAR! la meta que me propongo. Por mí y por todos mis compañeros.

Relatvizar, sin embargo, para mí y en este monento significa mucho más, va encadenado a otras actitudes:
- Laissez faire, laissez passez.
- Que me resbalen las cosas, que no me hagan sufrir siempre ni sentirme eternamente culpable.
- Creer en mí y en mi sentido común. En mi criterio.
- Ser muy pero que muy asertiva.
- Y relajarme. Y disfrutar. Y aprovechar esos momentos.

martes, 3 de enero de 2012

Los ojos de mis hijos

Quería pensar mucho la primera entrada del año. Mucho. Quería que fuera una entrada especial, optimista, reflejo en blanco del año que empieza, listo para ser vivido, para ser escrito.

La entrada de hoy va para mis hijos, sin duda, lo mejor de mi vida. Cada día me doy cuenta de ello y cada día lo agradezco.

Piratilla1 tiene los ojos color avellana. Una vez, cuando era un bebé de cuatro meses, alguien que nos quiere mucho, lo cogió en brazos, lo achuchó y me dijo: "tiene ojos de anciano" ojos sabios. Con el tiempo he pensado mucho en esa frase porque la mirada de piratilla1 es grande, abierta, profunda. Sus ojos son profundos y llenos de ganas de saber, de bucear en los entresijos de la vida y el conocimiento. Da la impresión de que preguntan siempre y que saben, que saben más de lo que aparentan.

Piratilla2 tiene los ojos de color miel. Su mirada es pícara, cada día un poco más además, traviesa. Sus ojos son vivarachos y curiosos, activos. Dispuesto a mirarlo todo, a no perder ni un segundo, a explorar a tocar, sus ojos, su mirada, son su avanzadilla.

¿Qué os dice la mirada de vuestros hijos?