domingo, 9 de febrero de 2014

Bitácora y ventana al mundo


Mi incursión en el mundo de los foros de Internet y posteriormente en la "Blogosfera" fue consecuencia directa de mi maternidad.

La aparición de mis hijos y la inmersión en una nueva etapa y en un nuevo universo me llevó a toda una experiencia "virtual" que todavía mantengo.

Sin embargo hace días que pienso a menudo en lo que dirán mis hijos si el día de mañana leen mis intervenciones en la Red. Al fin y al cabo a la par que hablo de mí, hablo de ellos. ¿Qué sentirán? ¿lo comprenderán? ¿Se avergonzarán? 

Este blog que comenzó para dar salida a todas mis emociones, mis sentimientos, mis miedos, dudas, alegrías y esperanzas.... este diario de nuestro día a día es una exposición tan íntima como pública puesto que su formato es el de toda una ventana al mundo.

Bien parece una contradicción. Lo parece... lo es.

Yo he sido quien ha sentido la necesidad de "hablar", de compartir. Yo me siento la base fundamental de toda esta rueda, que por otro lado, sin ellos, no tendría sentido. Realmente nunca me he parado a pensar en otra cosa que no haya sido "sacar" lo que siento.... de algún modo, "gritar" lo que siento... pero ¿por qué?, ¿para qué? y ¿cómo lo llevarán más adelante ellos si lo saben y lo leen? Da vértigo.


Si me leéis hijos míos , si alguna vez me hacéis esta pregunta... no sé si sabré responderos claramente o al menos con una respuesta que os satisfaga.

Me vi envuelta en este "mundillo" por mi afán de comunicar y por el orgullo que siento de vosotros. Quizás no debería, quizás no medí si luego os gustaría saber que me dediqué a escribir sobre vosotros, sobre nosotros.... pero simplemente me dejé llevar.

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