En las noticias de hoy leo un titular sobre la malinterpretación que se ha hecho del discurso del Sr. Griñan:
Bueno, ya está. Estamos en campaña... ¿Cómo no iba a aparecer el cruce de acusaciones?
A ver cómo explico lo que siento, es que este tema me toca demasiado hondo....
Señores...Si es que esto no es política, ni color de partidos, ni derechas ni izquierdas. Esto, señores, es mucho más importante. Ni tan siquiera es solo la descalificación de la lactancia materna (que ya de por sí.... da para que me indigne).
Es una forma de ver la maternidad, la vida, de pensar en nuestros hijos, de "invertir" en un futuro mejor, de demostrar que las cosas tal cual están NO FUNCIONAN.
Y pasando ya a contestar...
Pues no me siento tampoco una talibana, qué le vamos a hacer. Ni sigo sintiéndo el feminismo que se defiende en el discurso. Sigo pensando igual que ayer.
Talibanismo. ¿Defender la LM es talibanismo? ¿promocionar la LM como lo que es, lo mejor para la salud del bebé y de la madre es talibanismo? ¿apoyar a las madres para que se informen y disfruten de su periodo de lactancia? ¿Agruparnos para encontrarnos más cómodas y comprendidas, buscar "la tribu" es talibanismo?
Por poner otro ejemplo: ¿Todos los esfuerzos y medios que se emplean para concienciarnos de que fumar es malo y para dejar de fumar, legislación incluida, también le parece "talibanismo"?
En todo el tiempo que llevo inmersa en grupos de apoyo, en foros, en blogs, en entornos que activamente buscan que la LM tenga el sitio de honor que se merece en la sociedad, solo he visto personas bien dispuestas a ayudar, a entender, a comprender, a acompañar, SIN PRESIONES.
La presión, la culpa, la generamos nosotros mismos, en este caso nosotras.
Sobre todo si no tenemos las cosas claras.
Sobre todo si la información que nos llega en muchos casos es erronea, incompleta e incluso contradictoria.
Sobre todo si luego nos quedamos SOLAS en nuestra lactancia sin AYUDA de nada ni de nadie ni tan siquiera para cuando comienzan los problemas.
Y si he de seguir hablando... sobre todo porque con las ayudas que nos ofrece el estado no vamos a ningun lado sino que nos pegamos las 16 semanas angustiadas pensando en cómo haremos todo cuando nos tengamos que incorporar a nuesto trabajo e intentando adelantar y arreglar acontecimientos antes de tiempo.
Por otro lado, como madre que ha amamantado varios años yo también puedo hablar de presión, de incomprensión y de rechazo. De la necesidad de dar mil y una explicaciones y justificacíones, del rastreo de información por la red para sentir que la ciencia me avala y para poder acallar consejos no deseados. De mi necesidad imperiosa de buscar un hombro en el que quejarme y un abrazo en el que consolarme. De llegar a un grado donde lo único que he deseado es que me dejaran en paz con mi forma de crianza, sin querer convencer a nadie de nada, solo que me dejaran en paz.
Y más aún, puesto que él mismo es político... Si desde las propias instituciones públicas ha habido un giro en los últimos años para la promoción de la lactancia por considerarlo un tema de salud pública, si allá donde uno busque, sobre todo en el propio mundo médico, todo señala y avala las bondades de la lactancia materna.... ¿dónde queda el talibanismo en todo esto?
Lo que la mujer necesita es que le ayuden a ser mujer, a vivir esta etapa de los primeros años y cuidados de sus hijos con otras medidas, eso lo tengo claro. No escupiéndola del mercado laboral sin remedio por el mero hecho de haber querido ser madre. No negándole sistemáticamente el derecho a elegir con total libertad. No llamándola "machista" o "mantenida" si elige un camino que no es el habitual (habitual no significa equivocado).
En todo este tema, además de las mujeres están los niños, nuestros hijos. NUESTRO FUTURO Y EL DE TODA LA SOCIEDAD.
De todos modos, esta frase lo dice todo: "Ladran Sancho, luego cabalgamos".
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