Definitivamente, para Piratilla1 la vida es un juego. Sí, para Piratilla2 también, más aún si cabe puesto que es un bebé, de hecho no me costaría nada creer que probablemente para él la vida sea "teta".
Pero es que en el caso de Piratilla1, ésta es una frase que me digo casi prácticamente cada noche, cuando finiquitamos el día y ambos están ya en los brazos de Morfeo.
La vida es un juego. Y cuando escribo la vida me refiero a todo, todito, todo. Cada cosa, cada momento, cada situación. Durante tdo el día. Sea lo que sea, todo puede ser digno de ser tocado, de ser usado para jugar y para imaginar. Todo puede ser lo que es y un millón de cosas más.
Simple pero agotador.
Agotador porque soy "la adulta" y ya no pienso como cuando era niña (una pena la verdad), porque desapareció ya toda esa magia y esa frescura, porque ya no tengo ni la energía ni la imaginación, porque estoy contaminada, llena de etiquetas, recomendaciones, consejos, miedos, dudas que se entremezclan. Porque muchas veces no le entiendo, porque me canso, porque tenemos prisa, porque... porque... porque....
¿Y él? ¿no es feliz? ya lo creo. Mucho.
Le envidio. De verdad, de corazón. LE ENVIDIO.
Y aquí lo dejo, Piratilla2 me reclama.
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