Ayer quería escribiros sobre la oportunidad que nos brinda el verano para poder observar con detenimiento a nuestros hijos y al final, con los niños jugando a mi alrededor la entrada derivó directamente a los ejemplos que he vivido con mis hijos este mismo año, este estío.
Cpnsidero que tenemos una oportunidad inmejorable de ver sus avances, su crecimiento, observar sus juegos, conversar con ellos. Todo ello sin prisa, además. Apuntando mentalmente, grabando en nuestra memoria para poder pensar sobre ello, para sentirnos orgullosos, para reconducir, para profundizar, para cambiar, para aportar.
Me entusiasmo, lo sé. Como veis hay muchos motivos por los cuales merece la pena pararse no solo a mirarles sino a disfrutar de ellos aprovechando la coyuntura que nos ofrece esta estación.
Toda la familia disfruta de más tiempo libre. Surgen otros planes, viajes quizás, situaciones y anécdotas que en nuestra rutina diaria no tienen cabida. Todos solemos estar más relajados y más activos, con ganas de salir, de realizar actividades al aire libre. Los días son largos y soleados. Todo está a nuestro favor.
Son muchas las "cosas" que se pueden ir apuntando mentalmente, muchas las conclusiones. En definitiva es un buen momento para conocerlos más a fondo y para disfrutar de ellos. Para OBSERVARLES con mayúsculas.
Observarles tal como indica la propia palabra, según la propia RAE:
Examinar atentamente;
advertir, reparar;
mirar con atención.
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