Resulta que éste no era el blog que yo tenía pensado

Si me pongo a "recopilar" lo escrito hasta el día de hoy creo que debo confesar que no, éste no es el blog que yo tenía pensado... si es que tenía algo pensado o decidido.

Ciertamente un cuaderno de bitácora tiene mucho de cotidiano y algo de íntimo pero en cuanto leo un par de entradas veo que mi cuaderno tiene mucho mucho muchísimo de íntimo y algo de inclasificable, me temo.

¿Y qué blog quería yo? pues... pues a estas alturas ya no lo sé. Sé que quería descargar toda la carga de maternidad que llevaba "El baúl de Mon" y sé que tal y como soy, tal y como he mostrado, es tremendamente difícil que yo escriba sin que sea de una manera íntima, tal cual soy.

Hay blogs "inmensos" de buenos con información, con sugerencias, con intercambios de opiniones, así que por ahí no creo poder aportar nada, más aún cuando considero que sigo en fase de leer y meditar lo leido (y en días como hoy, como estos pasados, más bien de no leer más y "fluir" sin preguntarme ni exigirme ni culparme, como suelo hacer). ¿Lo veis? pinceladas de mis pensamientos por doquier.

Nuestra vida no tiene tampoco nada de extraordinario por lo que hablaros del día a día puede parecer tremendamente aburrido, demasiado cotidiano o incluso anodino. Pero necesito "soltar" lo que llevo dentro, necesito encontrar ese "círculo de mujeres" que comprende y apoya, que se ha visto en las mismas situaciones y con las mismas dudas o soluciones. Necesito un hombro, una mano amiga.

Y aún más allá de esa necesidad que expongo, no sé por qué, necesito, desde el anonimato o casi, hacer "público" lo complejo, lo dinámico y lo maravilloso de ser mujer y ser madre.

Conclusión: Mis blogs son una extensión de mí misma. ¡Qué le vamos a hacer!