Ella lo leyó y lo más importante, le gustó.
A raíz de esa casualidad que nos acercó la sigo habitualmente. Me parece
una mujer llena de coraje, de fuerza y de optimismo.
Ella se define así:
"Me considero una persona afortunada, optimista y feliz. Vivo el momento
porque me gusta disfrutar cada instante. Nada de conformismos: los problemas
hay que encararlos con serenidad y con firmeza.
Un día el autismo irrumpió en mi vida. Pero tuve claro que este síndrome ladrón
no iba a llevarse ni la alegría ni la felicidad de mi familia. Y muchísimo
menos le iba a robar el futuro a Erik, un niño deseadísimo que nació con los
ojos muy abiertos, ya explorando el mundo desde su inocencia infantil.
"Hay un UNO en el cielo", me diría Erik tres años después al observar
el vuelo migratorio de unos gansos. Ese UNO de equipo ganador golea al autismo
a diario."
En la intimidad, a diario...
¿Quién es Anabel Cornago?
Una persona que intenta siempre ser ella misma: optimista, comprometida, patosilla
y currante.
¿Y Erik?
Un niño feliz muy luchador y creativo. Para mí, el niño más maravilloso del
mundo.
Mon: En esta entrevista quisiera preguntar muchas cosas sobre distintos
temas que se entremezclan... así que he preferido dejar las preguntas abiertas
para que abarquen aquello que quieras abarcar.
- ¿En qué aspectos te ha cambiado tu
maternidad?
Erik fue un niño muy deseado, así que imagina la felicidad al verle la
carita y tenerlo por primera vez entre mis brazos. La maternidad me ha vuelto
más paciente, más generosa, más dichosa… y hasta me ha moldeado la figura,
jajaja, porque no paro un momento.
- Cosas positivas que te ha traído
la matenidad ¿y negativas?
Añadiría en positivo el sentimiento de orgullo que siento por mi hijo.
Negativo, uhm… la incertidumbre que a veces me sobreviene al pensar que
algo le pudiera ocurrir a mi niño precioso.
- ¿Cuándo comenzaste a escuchar el
sonido de la hierba al crecer?
Con Erik he aprendido a disfrutar de los pequeños detalles, a fijarme en
aspectos que antes me pasaban inadvertidos. Por ejemplo, la danza de las motas
de polvo en un rayo de luz o los unos que forman las bandadas de gansos en el
cielo. Una mañana, después de haber estado rodando sobre la hierba del jardín,
Erik se quedó muy quieto con la orejita pegada al suelo. Entonces no hablaba.
En ese silencio, pensé que estaba escuchando el sonido que hace la hierba al
crecer. ¿Sabes?, desde entonces comencé a oírla yo también.
- ¿Por qué situaciones
pasasteis/habéis pasado?¿Qué significó para ti recibir un diagnóstico?
Suelo comentarlo siempre: recibir el diagnóstico fue para mí un alivio,
porque por fin sabía qué le pasaba a mi hijo, contra qué había que luchar. Sí,
con el diagnóstico quedaban atrás más de dos años de incertidumbre, de
esperanza, de miedo, un cóctel de emociones muy duro. El autismo no era lo que
deseábamos ni para Erik, ni para nosotros… no olvidemos que el autismo no le
pone las cosas fáciles a nadie. Pero es nuestra realidad, así que nos esforzamos
por informarnos, por formarnos y empezar a trabajar. Ver cómo tu pequeño
evoluciona, cómo donde antes había incertidumbre ahora hay progresos… da
fuerza, muchísima fuerza para seguir adelante siempre. Ahora, cuando veo a Erik
en su cole donde es un niño más, cómo juega, cómo aprende, cómo se divierte,
¿qué puedo decir? Todo esfuerzo merece la pena. Y seguiremos superando las
dificultades.
- ¿Cómo vives en casa la diversidad?
¿Cuál es vuestro día a día?
Somos una familia que vive el autismo con naturalidad. Tenemos como todos
nuestros días buenos –la mayoría- y nuestros días malos. Digamos que al día a
día de cualquier familia con hijos, nosotros le sumamos la ilusión y el
entusiasmo a cada momento que compartimos juntos, sea estimulando, jugando,
viajando, hablando o aprendiendo sobre planetas, jajaja, que es el nuevo tema
de interés en casa.
- ¿Cómo nace tu blog? ¿Con qué fin?
¿En qué aspectos os ha ayudado?
Después de haber estado casi dos años trabajando en casa a diario con Erik,
pensé que podría compartir nuestra experiencia con otras personas. Mostrar cómo
es el autismo, darle visibilidad, humanizarlo con el ejemplo de Erik… y contar
paso a paso todos los ejercicios, con sus materiales, con las estrategias y
cortes de vídeo.
Fue una de las mejores decisiones de mi vida. De verdad, porque soy
consciente que el blog está ayudando a cientos de familias.
A mí me ayudó en el sentido de entrar en contacto con otras familias en
nuestra misma situación; escucharnos, comprendernos, ayudarnos y COMPARTIR.
- ¿Cómo se llega a ese abrazo
virtual de Comunidad que tienes?
Con entusiasmo, con optimismo, con humildad.
- ¿Qué le pides a la vida en estos
momentos? ¿y para un futuro?
Ains, menuda pregunta: seguir avanzando imparables. Y en cuanto al futuro,
que está empezando en este mismo momento: que la sociedad sea el reflejo de la
diversidad de todas y cada una de las personas que la componemos. Con igualdad
de oportunidades para todos, de forma que se valore siempre a cada persona, con
sus habilidades y sus décifits, sin que se mire a la etiqueta.
- ¿Cuales crees que serán tus
próximos pasos?
Seguir como hasta ahora, fiel a mí misma. Y terminar el Manual del Juego
para niños con autismo, que ya está casi.
-¿Con qué soñáis Erik y tú?
En que nos den la oportunidad –sin trabas ni zancadillas- de mostrarnos tal
y como somos.
- ¿Qué presente y qué futuro
desearías para las familias que tienen que pasar por experiencias similares a
la tuya?
Información, orientación, más apoyos, más ayudas, más concienciación,
terapias al alcance de todos, una inclusión plena en la que los apoyos estén
garantizados, formación, acceso a la vida laboral… normalización.
- ¿Alguna reivindicación que te
apetezca expresar?
Dejar muy claro que las personas con autismo se esfuerzan a diario, se
comunican, sienten, no son indiferentes
y viven en este mundo. Tenemos que acabar con los mitos que tanto daño
hacen, a la par de que se dejen de usar los términos “autismo” o “autista” de
forma negativa. Seguir sensibilizando, en definitiva.
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