Desde hace un tiempo el hábito de leer un cuento o dos o tres o cinco a Piratilla a la hora de ir a la cama se ha convertido en algo bastante difícil de hacer por una pequeña incompatibilidad de... digamos... horarios o rutinas entre hermanos.
Hasta que una noche me vino "la inspiración" para resolver el conflicto. Piratilla1 y yo nos quedamos "en la cama grande" y entre susurros o bajas voces nos vamos inventando un cuento juntos: Uno dice la primera frase y el otro dice la frase siguiente. Cada uno dice una frase del cuento, así que conseguimos cuentos interminables o con historias y personajes de lo más peregrinos.
Personalmente estoy encantada y creo que Piratilla1 también... aunque reconozco que a veces echo en falta leer un libro en voz alta para él.
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