Ya han pasado siete años desde que te fuiste, desde que oí tu última respiración y a veces parece que ha pasado un vida entera, mientras que otras más bien al contrario, da la sensación de que fue ayer.
Estás en mi mente y algo me dice que los sabes, de hecho algo me dice que sueles estar cerca, que vienes a vernos... sobre todo a los niños.. A diario hay algo que me recuerda a ti:
A veces una pregunta.
A veces un recuerdo.
A veces un gesto.
A veces una duda.
Muchas veces en mis sueños. ¿Será este tu modo de hablarme?
Siete años... de ausencia, de vacío, de espacios y conversaciones sin rellenar. De imposibles.
¡Qué engañoso es el tiempo!.
¡Qué engañoso es el tiempo!.
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