A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida y una voz infantil o dos a la vez me llaman.
A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida y seguido se me ocurre hacer mermelada de ciruela disfrutando de los olores de mi cocina.
A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida pero justo entonces, segundos después, me enfrasco en seguir aprendiendo aunque sea de manera autodidacta.
A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida y al rato soy confidente y escucho sentada ante un maravilloso café.
A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida mientras paseo en un escaso y precioso momento de soledad.
A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida... y me pongo a escribir.
A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida y pienso y pienso proyectos que me ilusionan.
A veces me pregunto qué estoy haciendo con mi vida y veo que mi vida es un rico mosaico compuesto de pequeñas piezas. Quizás insignificantes a primera vista, pero que unidas de la manera adecuada con tiempo y paciencia conforman una hermosa imagen.
Mi vida está hecha de diminutos momentos.
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